No sabés que llevás un ninja dentro hasta que la alarma de tu casa se activa repentinamente en la madrugada. Es ahí donde nuestro pequeño ninja da la cara. Lo bueno de todo es que después de semejante susto ya no quedan ganas de seguir durmiendo.
Buen método para cuando tu despertador no causa el efecto de siempre… pensalo, Zas!!