Cocido o en salsa barbacoa, crudo nunca.

Hace años, cuando viaje a España el señor de la casa en donde vivía se empecinó en que comiera tomate ya que no podía decir que no me gustaba si no había experimentado la sensación de degustarlo y, en parte, tenía razón. Fue tanta la insistencia que después de todo y por no ser maleducado accedí a probarlo. … Continúa leyendo Cocido o en salsa barbacoa, crudo nunca.